2.5.10

Hermosos, hermosísimos momentos y recuerdos y cosas maravillosas me ha dado la FLIA, eso tan particular como es la FLIA, que no puedo mirar ninguna de mis paredes sin tener algo pegado que me recuerde a alguna de ellas: los posters de Filibustrino y los tantísimos monstruos pintados con crayón, esas ganas de hacer poesía incongruente y arte, monstruos regalados y la invitación a pintarlos, a despojarse de la armadura de la adultez, de la formalidad, de la coherencia, tengo en mi corcho pegados algunos monstruos que alguna gente que pasó y que se acercó me devolvió o me volvió a regalar pintados por ellos mismos. Tal vez el más maravilloso o el que más me emociona sea el de Gerardo Basabe, que en base a un monstruo que le dimos hizo un dibujo increíble que ocupa toda una hoja a4 y que me hace sonreír cada vez que lo veo.
Cuántos descubrimientos me proporcionó la FLIA, ya la misma FLIA fue todo un descubrimiento, un mundo nuevo de gente y cosas y formas de hacer diferentes a todo lo que había visto.
Veo ahí un cartel de Eloísa Cartonera, un amor insuperable, un proyecto fabuloso desde cualquier parte que se lo mire. Cada libro, cada texto, cada autor que era puesto en mis manos por primera vez, todos ellos recomendados por el mismísimo Cucurto (otro enamoramiento), o por la Osa o María, o todos esos personajes tan reales y tan de cuento. Fue así como me reí hasta morir con la genialidad de César Aira, como fui conociendo ese mítico Boedo de Fabián Casas, como llegué a imaginar a la Evita de Perlongher y otras tantas lecturas cósmicas con tapas de cartón.
Cómo no nombrar la FLIA como un lugar siempre de amigos, de amigos con los que ir a convidar la Galletita, la mágica y misteriosa galletita de la que todavía más de uno se acuerda y nos pregunta, de personas encontradas que después fueron amigos, de gente desconocida con la que me sentí cómoda y feliz, gente que leí y que me sentí identificada, gente que estaba ahí y de la que me sentí orgullosa, gente que me dio fanzines que me han cambiado la vida y mucha gente que no, que no me llegó o no entendí pero que respeté tan solo por estar ahí.
Y cómo omitir que la FLIA fue el lugar donde conocí a Tom, donde en ese espíritu festivo y findeañero de las cosas llegamos a estar en ese mismo lugar, cada cual con su fanzine, cada cual cerrando un ciclo, muy pequeños y jóvenes porque ahora, ya pasados más de dos años de aquel singular comienzo, nuestro amor nos ha engrandecido muchísimo y ya las FLIAs que fueron y seguirán siendo nuestro feliz aniversario quedaron un poco de lado porque nuestro amor se expandió y se movió y se corrió y aunque seguimos amando y recordando esos momentos y esas cosas y toda esa gente increíble que tuvimos el gusto de conocer hoy, particularmente hoy no nos sentimos tan desbordados por la magia de la FLIA, no encontramos tanta gente ni cosas ni publicaciones que nos volaran la cabeza pero igualmente creo que nos gustó volver a estar ahí y nos gustó que eso pase, y tal vez ya no vaya a pasar más para nosotros que lo vivimos tantas veces o que tal vez hayamos encontrado ahí emociones tan intensas que es dificil que puedan igualarse o repetirse pero para otros, tal vez para otros hoy haya sido un día perfecto, un día luminoso, un día de revelaciones, de mundos nuevos por haber presenciado por primera vez la FLIA.

1 comentario:

abion dijo...

como para mi que fue una energia a lo largo de todo el fin de semana demasiado renovadora e intensa y FIUUUUUUUUUSH.
pero que hermosas tus palabras.