Es febrero y todavía

no me compré una agenda.

Este vacío mental
(emocional)
entre las vacaciones y el
(verdadero)
comienzo del año,
el tiempo que pasa y
(para marzo faltan menos de 10 días)
las planificaciones,
me dan un poco de paja
(tener que andar anotando todas las cosas que supuestamente voy a hacer y no voy a hacer, andar averiguando acá y allá los horarios, precios, acomodando todo cuando, en realidad, lo más probable es que me quede durmiendo y falte a todo y cuelgue todo (otra vez) y termine 2 o tres cosas, y termine con la sensación de que no aproveché el tiempo, de que no hice un carajo, etcétera, etcétera).

No sé entonces si ser más ambiciosa
o menos
planificar dos o tres cosas
como escuchar kapanga
ir a ver alguna que otra bandita
desarrollar las canciones que componen mis amigos
y ver dónde las tocamos
meter alguna materia
ahorrar algo de plata
pero como este es año electoral
calculo que se va a ir todo un poco al carajo
y cuando gane Cristina a nadie le va a importar una poronga más nada.